Sobreviviente reconoció pacto de sangre en La Perla

El testigo Piero Di Monte, sobreviviente del centro de detención clandestino La Perla, reafirmó hoy ante los jueces de Tribunal Oral Federal N° 1 de Córdoba que existía un pacto de sangre ente los militares, gendarmes y civiles en el centro clandestino de detención La Perla.

El testimonio del ciudadano italiano que vino a declarar especialmente al país fue en el marco de la quinta jornada en la ronda de declaraciones de numerosos testigos en el juicio que se sigue a Luciano Benjamín Menéndez y seis personas más, por causas de crímenes de lesa humanidad.

“Allí todos debían matar y de esa manera nadie podía denunciar al otro. Los torturadores tenían el objetivo de que se confiese y de esa manera traigan a otros”, expresó Di Monte quien fuera detenido en 1976 junto a su esposa embarazada, también torturada en La Perla.

El ex dirigente obrero reconoció a las personas que lo torturaron y señaló a “Palito” Romero y luego por Elpidio Tejada (Texas), “en ese momento deseaba estar muerto, los provocaba, los insultaba para que me mataran mientras me picaneaban, de esa manera no seguiría sintiendo este intenso sufrimiento”, señaló en el crudo relato.

“¿Usted delató a alguien?” le espetó Jorge Agüero, abogado defensor de Jorge Acosta a lo que el testigo manifestó que “la forma del interrogatorio me está molestando, mientras estuve en La Perla no fui dueño de mi vida y colaborar implica condividir, acompañar”, contestó visiblemente enojado. Luego continuó contra el letrado al que acusó de querer “destruir mis valores, usted quiere destruir mi persona, y me ha costado mucho llegar acá”, concluyó. Agüero refutó, algunos querellantes respondieron, el testigo levantó la voz: todos hablaron al mismo tiempo hasta que Díaz Gavier impuso el orden.

Video elaborado por La Voz del Interior. En él podrá realizar un recorrido por el Centro ilegal de detenciones La Perla, hoy Museo.

Foto: www.lavoz.com.ar
Video: www.youtube.com

Esteban

Tiene 7 años, una trencita como Rodrigo Palacio (que no se quiere cortar), le gustan los libros, la música, ir al cole, mirar videos de Les Luthiers, andar en bici con su papá, jugar con sus amigos, charlar con "mis" amigos, hacer deportes en la U y navegar en internet buscando nuevos planetas, asteroides y estrellas.
"Despierta", esta canción del cantautor mexicano Alejandro Filio es dedicada a él con todo mi amor...
Esti, que tengas unas súper felices vacaciones... Te quiero "hasta el infinito y más allá..."

Volver

Sí, como el tango de Gardel. Y "volver con la frente marchita"... también después de sesiones maratónicas de estudio, entrega de planillas con notas, finales de clases propios y de hijo de 7 años, etc.
Ahora, vendrán los días de descanso, lectura placentera al lado de la pileta o en el balcón de casa. Ayer fue mi cumpleaños y las personas que más me conocen me obsequiaron 2 tesoros que a partir de la misma madrugada de hoy disfruto: el libro Maridos de Angeles Mastretta y Me llamo Rojo de Orhan Pamuk que por lo que dicen estas críticas, son dos obras que prometen.
Recién, curioseando un poco el portal educ.ar (muy recomendable, por cierto) me encontré con el llamado a concurso para el premio Vivalectura 2008. Lástima que lo pesqué tarde porque las inscripciones cierran el 30 de diciembre. Si creen que a alguno pueda interesarle, retransmítanlo.
Saludos y hasta la próxima...

Gente

de Hamlet Lima Quintana

Hay gente que con sólo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales; que con sólo sonreír entre los ojos nos invita a viajar por otras zonas, nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa, sirve el puchero, coloca las guirnaldas, que con sólo empuñar una guitarra hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca llega a todos los límites del alma, alimenta una flor, inventa sueños, hace cantar el vino en las tinajas y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria.

Este poema está dedicado a todos mis compañeros de la Licenciatura. No quiero nombrarlos porque seguramente me olvidaría (injustamente) de alguno. Estamos llegando al final de esta primera etapa y a todos, miles de gracias. Con algunos forjé una amistad que, aseguro, perdurará en el tiempo. Ojalá así sea...

Una poesía hecha canción

Otra poesía convertida en canción. Esta vez, de Ismael Serrano. Quizás ésta, "Un muerto encierras" sea una de las más bonitas, aunque no dejo de recomendarles "Caperucita", "Papá, cuéntame otra vez", "La mujer más vieja del mundo", "Km 0", "Prende la luz", "Vértigo", "Amo tanto la vida" (¿te acordás, Adrián?), "Déjate convencer" y, bueno... todas.
Su actitud de compromiso social no se encuentra entre sus compañeros de generación de un modo tan evidente. Historias de amor, de combate y retratos de personajes urbanos forman parte de su universo.
Con ustedes... Ismael Serrano

Más sobre el placer de la lectura...

Este sábado salió la última edición de Ñ, revista cultural de Clarín, que cumple 4 años. Y con motivo de este aniversario, el medio publicó una antología ordenada por temas culturales con pasajes de entrevistas, columnas de opinión, investigaciones, etc. Rescato una reflexión
de Carmen Balcells, agente literaria española que tiene entre sus clientes a escritores nada más y ¡¡nada menos!! que Gabriel García Márquez, Vargas Llosa, Isabel Allende.

"La lectura es el acto más libre y solitario de un individuo. No se puede aprender nada sin leer y, cuando encuentras algo que te complace, es un placer irrepetible, una auténtica orgía del cerebro. Para experimentarla, no es ni siquiera necesario dedicarle muchas horas: leer veinte páginas de un libro importante te puede cambiar la vida."

Para leer más sobre ella...

La imagen es de www.dfinitivo.com

Van llegando las emociones- Parte 2

¿Qué decir de Eduardo Galeano? Sólo nos bastan retazos de sus obras para descubrir genialidad, reflexión, virtuosismo en el uso del lenguaje y las palabras. Tomamos otra vez, palabras prestadas.

Para la cátedra de Literatura
(Eduardo Galeano- El libro de los abrazos)

Enrique Buenaventura estaba bebiendo ron en una taberna de Cali, cuando un desconocido se acercó a la mesa. El hombre se presentó, era de oficio albañil, a sus órdenes, para servirlo:

¬Necesito que me escriba una carta. Una carta de amor.
¬¿Yo?
¬Me han dicho que usted puede.
Enrique no era especialista, pero hinchó el pecho. El albañil aclaró que él no era analfabeto:
¬Yo puedo escribir. Pero una carta así, no puedo.
¬¿Y para quién es la carta?
¬Para... ella.
¬¿Y usted qué quiere decirle?
¬Si lo sé, no le pido.
Enrique se rascó la cabeza.
Esa noche, puso manos a la obra.
Al día siguiente, el albañil leyó la carta:
¬Eso ¬dijo, y le brillaron los ojos¬. Eso era. Pero yo no sabía que era eso lo que yo quería decir.