viernes, 12 de octubre de 2007
Convocatoria a compartir emociones
Hoy es un día gris, pero no por eso alejado de disfrutar de lo que más me gusta: escuchar música, leer un poco y disfrutar de este espacio: el living, al que los invito especialmente. Tengo ganas de compartir con ustedes una poesía que descubrí hace muy poquito. La escuché en Radio Nacional en el programa de Chacho Marchetti y estaba recitada por el mismo autor, Jaime Sabines, poeta mexicano, de profesión comerciante... Les regalo "Los amorosos". Deliciosa.
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
La convocatoria tiene que ver con esto, con compartir esos pasajes que nos emocionan, que escribimos nosotros mismos o que simplemente recuerdan.
Los espero por aquí y publico lo que me envíen, sea propio o "tomado de prestado" por un ratito. (La imagen es de internet
www.arteenventa.com)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Marce, qué lindo lo que publicás. Te prometo algo mío, cuando cambie mi estado de larva en esta Córdoba festivalera. Besos
Que lindo leer a Sabines...confirmo que tenés una gran delicadeza para buscar, degustar y compartir buenas letras, Marcelita.
Te mando un beso
SIN LA LUNA ( Alejandro Filio )
Si repito tu nombre
después de otra jornada
y otra noche conmigo,
si tu olor me recorre
y entre pecho y guitarra
se hace más el vacío,
si estas manos entre acorde y acorde
acordándose van de tu pelo
no hace falta tanto cielo
si la luna de tu piel no está.
Si entre verso y respiro
se abre un azul profundo
que va tiñendo el tiempo,
si a contraluz te miro
y se hace más agudo
el filo de tu cuerpo,
si esta nota no alcanza a tu tono
y entonándote vuelo y respiro
no estoy solo, voy conmigo
y la estela de este canto atrás.
Puedo hablar de ti con mis amigos,
mi canto, mi silencio, mi conmigo,
puedo hallar tu rastro si lo quiero hoy
sé perfectamente donde te dejé.
REGALO PARA TU LIVING...
BESOTES
VALE
Ay! Vale, gracias... Qué poeta Alejandro Filio!! Lo pongo aquí, en un lugar bien visible del living... Gracias
Para la cátedra de Literatura (Eduardo Galeano)
Enrique Buenaventura estaba bebiendo ron en una taberna de Cali, cuando un desconocido se acercó a la mesa. El hombre se presentó, era de oficio albañil, a sus órdenes, para servirlo:
¬Necesito que me escriba una carta. Una carta de amor.
¬¿Yo?
¬Me han dicho que usted puede.
Enrique no era especialista, pero hinchó el pecho. El albañil aclaró que él no era analfabeto:
¬Yo puedo escribir. Pero una carta así, no puedo.
¬¿Y para quién es la carta?
¬Para... ella.
¬¿Y usted qué quiere decirle?
¬Si lo sé, no le pido.
Enrique se rascó la cabeza.
Esa noche, puso manos a la obra.
Al día siguiente, el albañil leyó la carta:
¬Eso ¬dijo, y le brillaron los ojos¬. Eso era. Pero yo no sabía que era eso lo que yo quería decir.
buen dia y buen fin de semana !!!!
Marce:
Yo entre tanta gente culta y poetas, pregunto una frivolidad: ¿Chacho Marcehtti es el que se casó alguna vez con Amira Yoma?
No, Poly
éste es un "loco lindo" que hace 2 programas de literatura por Radio Nacional. Yo lo descubrí cuando estaba en LV2. Es un capo que hace su trabajo de forma artesanal, todo lo contrario a las "nuevas tendencias" de trabajar bajo presión. También se puede. El marido de Amira Yoma se llama igual pero no es él (Gracias a Dios) Saludos...
marce! que lindooo,la verdad me encanta visitarte por que siempre me sorprendes con cosas muy bellas y que por alguna casualidad del momento o la vida llegan a significar algo en mi dia... por esto gracias!! y ya voy a buscar mas sobre el por que me gusto muchisimo! te dejo un beso grande! no soy escritora ni periodista jaja pero realmente amo las palabras y el buen uso de ellas!
saludoss
La poesía no me gusta mucho de por sí, pero esta siempre me atrapó. Un clásico, Neruda.
Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Y el poema 20? Pfff. ¡Qué decir! Puedo escribir los versos más tristes esta noche...
Dos joyitas que me hicieron conocer la poesía.
gracias, agus, por la elección de este poema 15. Una belleza.
será éste pues el próximo post.
Besos
Publicar un comentario