lunes, 27 de agosto de 2007

libros, compañeros de la vida

Hoy di vuelta la biblioteca. Limpié cada uno de mis tesoros, revisé, separé, me emocioné y recordé cuándo y cuánto me había gustado cada uno de ellos.
Tengo miles, algunos quedaron en el camino, en la adolescencia en la casa de mis viejos en Posse (todavía están allá, lo sé), otros, los regalé sin dolor. Es que no hay elemento que una más a dos personas que la pasión por la lectura. Las charlas y el intercambio de títulos se vuelven infinitos. ¡Qué placer!
Cuando digo, separé, es que hice una pila así de textos que releeré. ¿Cuándo? Ni idea. Ojalá lleguen pronto las vacaciones y pueda echarme al sol (o a la sombra) a darle rienda suelta a la lectura. Septiembre, octubre, noviembre, diciembre.... y ¡por fin!

7 comentarios:

Yo-yo dijo...

Hay tipos de placeres, sin duda alguna; mientras algunos dedican su tiempo al deporte o estar con amigos, otros prefieren perderse en el tiempo y complacerse con miles de palabras que conforman una admirable obra de arte, ya sea una apasionada novela o una interesante investigación periodística..."Palabras más palabras menos"...dichosa sea la lectura!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Ignacio dijo...

En tu perfil te faltó poner que sos divina. Aguanten los libros carajo!!!!
Juancito

Anónimo dijo...

Hola amiga! Concido con Santi. Nada como el goce por un buen libro. Rescato una frase de Nicolás Avellaneda, presidente argentino: "Cuando oigo decir que un hombre tiene el hábito de la lectura estoy predispuesto a pensar bien de él". Saludos... Oscar

La Marce dijo...

Juan "Chino"
Siempre tan exagerado. Pero coincido, ¡aguanten los libros!!
Besos

Unknown dijo...

Juan no es exagerado, es salamero.

Magdalena Aliaga dijo...

Marce, ami me pasa lo mismo.. tengo una pila para releer pero... tengo otra pila que quiero reller y no puedo porque los presté y no volvieron!!! a quien no le pasó!
un beso